miércoles, 6 de abril de 2016

Cinco errores de redacción que son imperdonables



La escritura requiere concentración. Es fácil cometer errores y por eso hay que ser consciente de las reglas. Estas son las fallas más comunes. 
Pensar, hablar y escribir son tres ejercicios distintos, cada uno debe obedecer sus propias normas y, de los tres, el último es el más complicado. Para transmitir mensajes por escrito que sean claros, coherentes y contundentes hay que seguir procesos lógicos. Pero cuando las personas aprenden a escribir obvian algunos de estos códigos o los olvidan con el tiempo.
No coma cuento
A muchas personas les dijeron que la coma es una pausa para tomar aire dentro de una oración. Esto no es cierto. El uso de la coma obedece a unas reglas gramaticales que se deben cumplir para hacer que un texto sea comprensible.
Un error habitual es separar con una coma el sujeto del verbo. Ocurre, sobre todo, cuando el sujeto es muy largo. Tampoco es correcto separar el verbo del complemento directo.
Incorrecto: La Agencia Nacional para la Superación de la Pobreza Extrema, es la entidad del Gobierno Nacional encargada de la Estrategia de promoción social para la población más pobre y vulnerable del país.
Correcto: La Agencia Nacional para la Superación de la Pobreza Extrema (Anspe) es la entidad del Gobierno Nacional encargada de la estrategia de promoción social para la población más pobre y vulnerable del país.
¿Cuál es su objetivo?
A veces las personas confunden los fines con los medios o las tesis con los argumentos. El resultado son textos que dan muchas vueltas y no es posible comprender qué buscan o qué están transmitiendo.
Si alguien dirige un correo a un colega, por ejemplo, lo primero que debe pensar es: ¿qué necesito de esta persona? A partir de ese momento, todo lo que escriba deberá estar relacionado con la respuesta a esa pregunta.
En caso de que el remitente necesite varias cosas, puede enviar correos distintos o dividir el texto con el uso de conectores. En otro tipo de textos (artículos, informes, relatorías, etcétera.), los subtítulos sirven para organizar el contenido y no perder el norte.
Evite los comodines
Existen palabras y oraciones que parece que sirvieran para todo y a veces no sirven para nada. Es mejor no usarlas.
Todas las palabras significan algo y tienen un uso adecuado. El error está en exceder el sentido de algunos términos o usar muchas palabras para decir algo que puede ser expresado de manera más breve.
Incorrecto: Es necesario arreglar la cuestión de los equipos dañados.
Correcto: Es necesario arreglar los equipos dañados.
Además, hay oraciones que no dicen nada resultan vacías por el uso excesivo de tecnicismos: La estrategia encuentra niveles coordinados de acompasamiento.
Uso apropiado del gerundio 
El gerundio se identifica en los verbos terminados en -ando,- iendo o- yendo. Se usa para describir dos acciones simultáneas. No se debe usar cuando la acción que describe es posterior al verbo principal de la oración.
Incorrecto: El río se desbordó, inundando las casas del barrio.
Correcto: El río se desbordó e inundó las casas del barrio.
Para saber si un gerundio está empleado de forma correcta o incorrecta pregunte ‘¿cómo?’ al verbo. Si la respuesta la da el gerundio, está bien empleada. De lo contrario debe buscar una palabra que lo reemplace.
Ejemplo: Empezó su discurso dando las gracias al jurado
Pregunta: ¿Cómo empezó el discurso?
Respuesta: Dando las gracias al jurado
‘De que’ o ‘que’
El dequeísmo es el uso incorrecto de la preposición ‘de’ con la conjunción ‘que’. 
Incorrecto: A Juan le dijeron de que ella lo estaba esperando.
Para evitar el error basta con formular correctamente la pregunta a la que respondería esa oración ¿qué dijeron? o ¿de qué dijeron?
Correcto: A Juan le dijeron que ella lo estaba esperando.

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